Entrevista a Alumni: Historia de Spartanbits, Cómo Facebook los Contactó

Nuestra increíble aventura empezó hace casi 15 años atrás. La Edición I de Startup School tuvo lugar en el año 2009, en un garaje de unos colegas… Ahí tuvimos a los primeros 14 alumnos con los que inauguramos nuestra comunidad.

Muchas de las personas de la #OrangeMafiaCommunity a veces nos preguntan dónde está la gente de las primeras ediciones ahora. Por eso, hemos decido contactar con uno de ellos para que nos cuente su trayectoria y comparta con nuestros lectores su experiencia.

En este blog podrás leer la entrevista que le hemos hecho a Luis Santos del Val, alumni de la 2ª Edición de la Startup School. Conoce su increíble historia a continuación.

¿Cómo conociste a Tetuan Valley? Y, ¿recuerdas qué te motivó a participar en el programa hace 15 años?

Fue un poco por accidente. En la cafetería de la universidad un conocido, Luis Sánchez, que estuvo en la Edición I con la startup Tink Security, nos habló de Tetuan Valley. Él nos lió completamente, nosotros no contemplábamos desarrollar un proyecto propio y no teníamos ni idea de montar una startup. Simplemente nos forzamos a buscar un concepto sobre el que trabajar, sin más. Fuimos casi por inercia, como tantas cosas que ocurren en la juventud.

Éramos un poco frikis, nos gustaba trastear con nuevas tecnologías, teníamos mucha curiosidad y en la universidad íbamos un poco a nuestra bola. Luis creyó que éramos buenos en lo que hacíamos, así que nos juntamos 3 amigos y decidimos presentar algo. Al principio era una cosa bastante infantil, nos lo habíamos tomado prácticamente como un juego porque no sabíamos nada sobre negocios.

¿Si tuvieses que describir tu experiencia con Tetuan Valley?

Bueno, la experiencia fue muy espontánea y juvenil, pues teníamos unos 21 años. Cuando entramos en el programa nos empezaron a contar de lo que iba y ahí nos dimos cuenta de la magnitud del asunto. Era prácticamente como “¿quién quiere ser millonario?”, porque siempre sobrevolaba la idea de que te ibas a forrar. 

Cuando te cuentan esto siendo joven e impresionable, te lo tomas en serio. Entonces empieza el baño de realidad, que es lo que siempre he apreciado de Tetuan Valley. Te enseñaban cosas que desconocías por completo pero que eran muy importantes, como aspectos de economía de empresa, cómo llevar las cuentas, hacer previsiones, analizar la competencia, presentar a inversores, etc.

Y era casi como un club de apoyo. Te obligaban a sacar el proyecto. Al principio tienes muchas ganas y energía, pero van pasando las semanas y comienzas a ver las dificultades. Allí todo el mundo se apoya y se cuenta sus miserias, y por esta razón sacas el proyecto adelante, por la fuerza del hábito (de obligarte a ir todas las semanas y sentir esa presión). También hice contactos con gente potente y muy entusiasta, algunos han acabado trabajando en empresas reconocidas por todos como Facebook o Google, o montando startups y vendiéndolas por un dineral.

¿Te acuerdas cómo era tu camiseta de graduación? ¿Todavía la tienes?

Sí. Era naranja y la temática era de El Padrino. No sé si la tengo por ahí guardada, igual está en casa de mis padres, porque es la típica camiseta que dices “me la voy a guardar” para el recuerdo, como la camiseta de la primera empresa que creas.

¿Qué aprendiste que todavía aplicas hoy en día?

Hay una cosa que es muy evidente en los negocios, yo creo, pero que me impactó mucho cuando uno de los fundadores y mentores, Bernardo de Tomás, nos habló de las palancas de valor. Es decir, qué es lo que tienes tú que puedas activar como un “botón de emergencia” para sobresalir y que no te coma la competencia. En otras palabras, las palancas de valor son como las tuercas que tienes que apretar para poder hacer que la cosa vaya para adelante.

Esto me chocó, por mi mentalidad de ingeniero/matemático; que los negocios no son una ciencia, que siempre tienes a otros enfrente intentando comerte la tostada y muchas veces hay que improvisar.

Otra cosa que todavía recuerdo y ahora parece muy obvia, aunque por aquel entonces no lo era tanto, es que siempre tienes que pensar en el mercado global. Es decir, que cuando te centras en un nicho de mercado tu startup tiene que tener la capacidad de expandirse y escalar. Y si no tiene la potencialidad para expandirse… pues monta una panadería :)

¿Cuál fue el impacto más significativo que tuvo la Startup School en tu desarrollo como profesional?

En mi caso fue el gusanillo de montar algo mío. Mi idea, y la que teníamos todos en la carrera, era meterme en una empresa estable y ya está. Pero la Startup School dio un giro a mis planes, porque plantea un modo de vida muy diferente. Te cambia la forma de ver las cosas, te cambia la mentalidad. Así que el impacto fundamental ha sido el hecho de que en los últimos 15 años he montado varias empresas, y no he parado de hacer otra cosa que llevar negocios por mi cuenta.

¿Cómo ha evolucionado tu trayectoria desde que participaste en la Startup School? Es para que nos cuentes más sobre ti y sobre qué cosas han cambiado en tu vida durante estos años

Después de la Startup School empecé a hacer una aplicación para Android junto a mi compañera de prácticas, una especie de Google Talk de aquella época.

La app oficial de Facebook Chat por aquel entonces era bastante mala, se bloqueaba mucho y ni siquiera se podía enviar fotos. Así que se nos ocurrió copiar la interfaz de Google Talk y enlazar con el protocolo de Facebook Chat, que vimos que estaba abierto y además era fácil de integrar. Básicamente añadimos la posibilidad de enviar imágenes, vídeos y audios que caducaban y proporcionamos una aplicación que funcionaba bien y era fácil de usar. Fue un bombazo tremendo.

Incluimos unos banners de publicidad y una versión de pago que permitía omitir los anuncios. Vamos, un modelo de negocio muy simplón, pero tampoco esperábamos sacar mucho dinero con esto. Se nos fue de las manos. La gente empezó a descargar, a descargar, a descargar…. Y en un mes creo que llegamos a 50.000 descargas, que nos pareció una locura.

En este momento y para rendir cuentas a la hacienda española nació Spartanbits.

En poquísimo tiempo, es decir, en tan solo 2 años, llegamos a los 30 millones de descargas y conseguimos facturar más de 150.000€ al mes. En 2012, cuando ya teníamos una oficina grande y éramos 10 personas en el equipo, nos contactó el jefe de Facebook Londres y nos dijo que quería reunirse con nosotros. Tenían interés en comprar Spartanbits porque planeaban montar lo que ahora es Facebook Messenger, y querían que nosotros fuéramos el equipo encargado de llevar ese proyecto.

Por aquel entonces yo no quería aceptar esta propuesta. Pero cuando una empresa tan grande te quiere comprar, estás “jodido”. Tienes que aceptar. Porque si no, te va a comer. Aunque al final la venta de la startup, que se trataba en realidad de un acqui-hire, no salió adelante.

No obstante, lo que teníamos era un buen producto, pero no una buena empresa, y todo empezó a ir un poco regular entre los socios. No se da mucha visibilidad a eso, pero es muy habitual que estas cosas fracasen por desavenencias entre los socios. Decidimos congelar la empresa y dejarlo ahí. 

Desde que acabó esa aventura he estado haciendo proyectos por mi cuenta o para terceros como freelancer, y hace un año decidí resucitar Spartanbits. Ahora ofrecemos un servicio de desarrollo completo de producto digital de alta calidad para terceros, desde plataformas o apps web hasta arte digital y experiencias de realidad virtual. También hacemos prototipado para startups, con un diseño fino y rápido.

¿Qué les dirías a los nuevos alumnis?

Creo que lo más aconsejable es que reserven estos 2 meses de Startup School y se dediquen completamente a ello para poder aprovecharlo al máximo. Si no sales del programa con un prototipo y empezando a hablar con clientes, ¿para qué estás aquí? Así que, ¡que despejen agendas!



Una vez que entras a formar parte de la comunidad de
Tetuan Valley, tienes que prepararte para lo inesperado porque, como puedes observar, ¡te pueden pasar cosas muy interesantes! Con nosotros, las ideas cobran vida.

Mientras tanto, te dejamos pensando en ¿quién será el siguiente protagonista?








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